
Según datos recientes del Istat sobre la inflación en Italia en 2023, concretamente en febrero, el índice nacional de precios al consumo para el conjunto de la población aumentó un 0,2% mensual y un 9,1% anual, frente al 10,0% del mes anterior. Basándose en estos datos, la Unión Nacional de Consumidores ha elaborado una clasificación de las ciudades italianas de más de 150.000 habitantes más caras para una familia de tres miembros. Estas son las ciudades más caras de Italia en 2023.
Bolzano

Bolzano tiene una tasa de inflación del 9,3%, lo que se traduce en un gasto adicional de 3.261 euros al año para una familia de tres. Esto convierte a Bolzano en la ciudad más cara de Italia.
Milán

Milán registró una tendencia al alza del 9,9 % en febrero, lo que se traduce en un gasto adicional de 3.213 euros al año para una familia de tres, ya que el coste de la vida en Italia sigue aumentando.
Rávena

Ravenna tiene una tasa de inflación del 10,3%, lo que se traduce en un gasto adicional de 3.137 euros al año.
Génova

Génova tiene una tasa de inflación del 11%, lo que se traduce en un gasto adicional de 3.095 euros.
Trento

Trento tiene una tasa de inflación del 9,3%, lo que se traduce en un gasto anual adicional de 3.085 euros.
Módena

Módena tiene una tasa de inflación del 9,6 %, lo que se traduce en un gasto adicional de 2.924 euros.
Bolonia

Bolonia registra una inflación del 9,2 por ciento, lo que se traduce en un gasto anual adicional de 2.873 euros .
Perugia

Perugia tiene una tasa de inflación del 10,1 %, lo que se traduce en un gasto adicional de 2.827 euros al año.
Brescia

Brescia tiene una tasa de inflación del 8,9%, lo que se traduce en un gasto adicional de 2.819 euros.
Catania

La inflación del 10,9 % de Catania se traduce en un gasto adicional de 2.727 euros al año.
Datos de ISTAT sobre la inflación en Italia en febrero de 2023
Istat informó que en febrero de 2023, el índice nacional de precios al consumidor para toda la población, antes de los productos de tabaco, aumentó un 0,2 % mensual y un 9,1 % anual, desde un +10,0 % en el mes anterior; la estimación preliminar fue de +9,2 por ciento.
Según el Instituto Nacional de Estadística, la desaceleración de la inflación se debe principalmente a la acentuación de la caída de los precios de los bienes energéticos regulados (de -12,0% a -16,4%) y a la desaceleración de los precios de los bienes energéticos no regulados (de +59,3% a +40,8%), cuyos efectos sólo se vieron parcialmente compensados por la aceleración de los precios de los alimentos, tanto transformados (de +14,9% a +15,5%) como no transformados (de +8,0% a +8,7%), los precios del tabaco (de cero a +1,8%), los precios de los servicios recreativos, culturales y de cuidado personal (de +5,5% a +6,1%) y los servicios relacionados con el transporte (de +5,9% a +6,4%).