Bolonia
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En los últimos años, la evolución de los modelos de vivienda en Italia ha mostrado una creciente demanda de soluciones flexibles que puedan adaptarse a las necesidades cambiantes de las personas. En este contexto, los alquileres temporales y de corta duración representan una respuesta eficaz para quienes desean evitar compromisos plurianuales, ofreciendo una duración máxima de 18 meses. Según el departamento de estudios de idealista, portal inmobiliario líder, la oferta de este tipo de productos ha crecido significativamente hasta representar ya el 20% del stock anunciado en idealista.

Alquileres temporales a corto plazo en Italia

Respecto a 2022, la oferta de alquileres temporales y de corta duración en Italia aumentó un 28%, mientras que el segmento de alquiler clásico registró un descenso del 1%, consolidando una caída significativa observada en los últimos cinco años (-42,8% de anuncios de alquiler desde 2019 hasta la fecha). En 7 capitales de provincia y 16 provincias de Italia, el alquiler temporal ha superado incluso a la oferta "clásica".

La distribución geográfica de esta tendencia es particularmente significativa. En lugares como Massa Carrara y Venecia, el 91% y el 88% respectivamente de la oferta se destina al alquiler por temporada. Le siguen Rimini (69%), Livorno (58%), Cagliari (54%), Florencia (52%) y Pesaro (51%). Las provincias con mayor cuota de este tipo de productos van desde el 83% en Savona al 51% en Oristano, con especial incidencia en los mercados de Liguria y Toscana.

Por el contrario, en las zonas menos pudientes esta modalidad temporal apenas está presente, con una oferta inferior al 5%. Ejemplos de ello son Nuoro, Gorizia, Sondrio, Lodi, Ascoli Piceno, así como las provincias de Biella y Benevento, que se paran en el 4% de la oferta.

Fuerte aumento de los alquileres temporales en las principales ciudades de Italia

Entre los grandes mercados, el mayor aumento de la oferta temporal se produjo en Bolonia, que registró un 172% más que hace un año, seguida de Milán (147%), Bari y Florencia (ambos un 76%). En Turín, por el contrario, la oferta de alquileres temporales creció un 19% en los últimos 12 meses, mientras que en Nápoles aumentó un 7%. Roma rompió la tendencia con una variación negativa del 6%.

Aumentos excepcionales o aparentemente anómalos de oferta de este tipo se produjeron en mercados pequeños donde este fenómeno era prácticamente inexistente hasta el momento y donde la aparición de un pequeño número de ofertas de alquiler provocó incrementos muy acusados. Este fue el caso de Pordenone y Aosta, ambas con un aumento del 500%, seguidas de Cosenza (300%), Caltanissetta (250%) y Cagliari (223%), donde la oferta se triplicó. Por el contrario, en treinta y seis capitales de provincia, los alquileres temporales han caído este año: Nuoro (-100%), Belluno (-75%), Lodi (-67%), Trieste y Terni (ambos -54%). La oferta también se redujo a la mitad en Biella y Asti (ambos -50%).

Los alquileres clásicos siguen cayendo

Paralelamente al crecimiento de la oferta de alquileres temporales, los alquileres clásicos de larga duración han seguido cayendo ligeramente durante el último año (-1%), lo que supone un panorama bastante heterogéneo, con 47 centros en descenso y 59 en aumento. Cosenza es la única que no muestra cambios respecto a hace 12 meses.

En los principales mercados, la mayor caída se produjo en Roma (-39%), seguida de Nápoles y Génova, -35% y -33% respectivamente. Por el contrario, Milán (45%), Bolonia (15%) y Turín (5%) vieron aumentar su oferta. Entre las demás ciudades, los mayores descensos se produjeron en Belluno (-59%), seguida de Trieste (-58%) y Sondrio (-52%), mientras que los mayores aumentos se produjeron en Ferrara (90%), Brindisi (82%) y Gorizia Cuenca 81%).

Según Vincenzo De Tommaso, jefe del departamento de investigación de idealista en Italia: "El aumento de los alquileres temporales es un fenómeno que ha ido en aumento desde la pandemia, y muchos propietarios que originalmente destinaban sus propiedades al alquiler turístico ahora se están trasladando al sector residencial. Esta transición refleja una creciente demanda de flexibilidad por parte de diversos segmentos de la población activa, incluidos los estudiantes universitarios, los trabajadores estacionales y los que se trasladan con fines de formación. La oportunidad que brindan los alquileres temporales o a corto plazo ha permitido a los propietarios obtener un rendimiento financiero más significativo que con los alquileres tradicionales, así como la posibilidad de reclamar el uso de la propiedad para necesidades personales. Esta flexibilidad es un elemento clave en la decisión de muchos propietarios de adoptar esta modalidad de alquiler".

Metodología de análisis

Datos recogidos y analizados por idealista/data, la proptech de idealista que proporciona información a un público profesional para facilitar la toma de decisiones estratégicas en España, Italia y Portugal. Utiliza todos los parámetros de la base de datos idealista de cada país, así como otras fuentes de datos públicas y privadas para ofrecer servicios de valoración, inversión, adquisiciones y análisis de mercado.

¿Qué es un alquiler temporal en Italia?

Un contrato de alquiler temporal, conocido en Italia como "contratto di locazione transitorio", está regulado por la Ley 431/1998 y es un contrato utilizado para alquilar una propiedad para uso residencial por un período de tiempo limitado y para necesidades de vivienda temporal, no turística. Este tipo de arrendamiento resulta especialmente ventajoso para estudiantes universitarios y trabajadores que necesitan pasar un breve periodo fuera de su ciudad de residencia para estudiar o trabajar.

Este arrendamiento temporal tiene una duración mínima de 1 mes y una duración máxima de 18 meses. Respetar los plazos marcados por la ley es fundamental para evitar incurrir en la nulidad del contrato, que sólo deberá registrarse si el periodo de alquiler supera los 30 días. Para la elaboración de este tipo de arrendamiento el modelo a utilizar es el elaborado por el Ministerio de Transportes e Infraestructuras.